martes, 29 de abril de 2014



REGLAS DEL JUEGO
Cada cabeza es un mundo, sin embargo como hay un solo mundo en el que tenemos que vivir todos, es preciso organizar y conciliar a esa infinidad de mundos para lograr el bien común en la diversidad de ideas y opiniones. Entonces, pensar es lícito, así como lo es el decir lo que se piensa. En lo que se debe ser cuidadoso es en el accionar, porque las acciones si traen consecuencias.
Pertinencia o no de la crítica: He visto varios artículos en donde se les pide a los colaboradores de aporrea.org que no es el momento apropiado para estar criticando al gobierno, que ya está bajo bastante ataque. Inclusive yo, que escribí en mi blog un artículo señalando ciertas torpezas, fui criticado por inoportuno. No fue porque lo que dije no era cierto.
Pienso que no podemos caer en los vicios de la etapa del puntofijismo como lo es la solidaridad automática. En una sana sociedad socialista, la participación del pueblo, con su opinión y puntos de vista es importante siempre. En una democracia participativa y protagónica se estimula la “contraloría social”, no se la inhibe.
En contra y a favor del diálogo de paz: Opinan que no debe fiarse del diálogo, que se debe tener “mano dura”. La convocatoria al diálogo realizada por el gobierno nacional es un rotundo acierto político, no solo sirve para desenmascarar a los importadores de violencia y caos (por encargo o mandato expreso de ya sabemos quien) sino para demostrar de la manera más explicita que es el gobierno quien está interesado en alcanzar la paz y evitar la violencia. La “mano dura” es justamente lo que el imperio desea y necesita para atacarnos por la famosa violación de los derechos humanos. Aunque debemos estar claros que por más golpes que llevemos y por más de los nuestros que maten, el imperio siempre dirá lo que le conviene, como siempre dice. Y ya han demostrado que no necesitan probar nada, con que lo digan ellos, basta.
Ahora bien ¿Cómo debería ser este diálogo? En primer lugar sincero, ya que pienso que quienes deberían dialogar son las partes en pugna. Si “A” está peleando con “B”, quien lo agredió, ¿Qué sentido tiene que “A” busque hacer una conversación de paz con “C”, quien no está involucrado en el pleito y además dice que detesta la violencia? Sin embargo está bien que se reúnan y hagan conferencias de paz pues se demuestra el talante pacífico y si los agresores no se quieren sentar a la mesa de las negociaciones, pues manifiestan que no están interesados en la paz.
En estas conferencias de paz están participando, bajo el subtítulo de Mesa de la Economía, el gobierno, los empresarios, algunas veces la jerarquía de la Iglesia, creo recordar que los obreros no están invitados (no me hagan mucho caso ya que no estoy totalmente seguro).
Pero yo quisiera hacer memoria de situaciones semejantes en el pasado. No recuerdo exactamente bajo cuales gobiernos (creo que uno fue el de Luis Herrera y el otro no estoy seguro si fue Carlos Andrés II o Caldera II) Lo esencial es que en la primera oportunidad, a esa mesa de diálogo se le llamó Comisión Nacional de Costos, Precios y Salarios (CONACOPRESA) y en la segunda oportunidad le dieron el nombre de Comisión Tripartita –Rebautizada muy sabiamente por el pueblo como Trimaldita- En ambos casos, los interlocutores eran: El gobierno, la C.T.V. (los vende obreros, representantes de los obreros) y los empresarios (el gran hegemón y únicos decididores).
 La mecánica del programa fue siempre la misma: Primero toman la palabra los empresarios quienes declaran la economía en emergencia (“el País está mal, presidente”) debido a que hay que “sincerar” los precios como medida de extrema urgencia. Una vez concedido el permiso -por los convidados de piedra, el gobierno y la CTV- para poner hacer con los precios lo que les de la gana, pasan al resto de los puntos de la agenda y dicen: Los costos no es materia que pueda ser decretada ni fijada por ningún acuerdo. Eso es inherente a cada empresa, pues hay empresas eficientes, de alta productividad que pueden tener costos bajos, pero hay otras que no, y no podrían ajustarse a ninguna norma. Eso se debe dejar a las inexorables leyes del “mercado” (que nosotros manejamos, jijijiji). Y en cuanto a los salarios, pues tampoco se puede establecer ninguna norma, ya que esto es un convenio entre patrono y obrero y también está regido por las simpáticas leyes del “mercado”.
Bueno, pues eso ya trataron de hacerlo en las actuales diálogos de paz, menos mal que el vicepresidente les salió rápido al paso y puso bien en claro que el primer y fundamental objetivo es la paz social, y ya me dirán ustedes como se llega a la paz social si en pleno conflicto se deja que suban los precios ¡¡Bien por el Vice!!
Es importante destacar que en aquellos oscuros días del neoliberalismo cuartorepublicano la función del Estado se restringía exclusivamente a controlar al pueblo mediante la fuerza pública. Tenía el estado la prohibición expresa de no controlar nada más. Ni economía, ni relaciones sociales, siendo considerada como sociedad aquellos que dispusieran de una jugosa renta y nivel de vida. El resto de la población no se sabía muy bien que cosa era.
Pero en la Revolución Bolivariana, anti imperialista y anti neoliberal, el Estado si tiene la obligación de controlar los aspectos económicos y sociales y de hecho, lo hace o al menos parece que trata de hacerlo. La duda que están dejando es si lo saben hacer. Es de suponer que si lo quieren hacer.
Pero esa suposición se desvanece cada vez más al ver que el gobierno no se cansa de hacer concesiones cada vez más generosa a los grandes empresarios, quienes responden cada vez con mayor agresividad. Muchas y pomposas declaraciones pero las colas siguen siendo enormes y es difícil encontrar una serie de artículos. Loa precios que subieron ahí se quedaron y han seguido subiendo, pero más lentamente.

Sin embargo aquí es donde nosotros nos preguntamos, ¿que paso con los 12.543 contenedores en condición de abandono legal que fue denunciado por el Ministro García Plaza? ¿Y las 23.000 cargas sueltas en la misma situación? ¿Y las 15.000 bobinas de papel de periódico que estaban abandonadas en el puerto? ¿Es una acción deliberada del sector empresarial para ocasionar la escasez que hoy padece el país? ¿Donde están los responsables de esta situación? Y situación que aun nos genera mayor intriga es que de los 12 mil contenedores, aproximadamente el 30% era carga importada por el Gobierno Revolucionario; ¿tenemos entonces dentro del gobierno gente que esta jugando a la caída de la Revolución? La lloradera que se formó (bueno, no fue tanta) porque en unos contenedores lo que venía era chatarra y en otros, piedras y basura ¿Donde están los responsables de esto? ¿Hay la voluntad de investigar, señalar y sancionar a esos responsables? ¿Se tiene la capacidad para hacerlo?

Demasiadas preguntas. Respuestas ambiguas aunque grandilocuentes. Mas los problemas están ahí. La famosa lista de las empresas de maletín que se llevaron 20.000 MILLONES de dólares ($) no ha salido. Lo que extraña de todo esto es que investigar estos casos debe ser algo muy fácil. De todas estas operaciones quedan documentos, que pa más ñapa están en manos del Estado, quien no tiene que pedir permiso a nadie para revisar e investigar. Los contenedores y las bobinas de papel no son pasajeros que compran su boleto y se montan en el barco y al llegar se bajan, no. Todo eso tiene documentos y guías de carga y es fácil saber quien los envió, a nombre de quien han venido.

También se puede y debe cruzar información entre CADIVI y el SENIAT para ver a quien se le otorgaron dólares preferenciales, con motivo de qué lo solicitó (eso lo dice CADIVI) y que fue lo que a la postre trajeron (eso lo dice SENIAT) No es nada difícil. Cuando no se hace… no se puede decir nada por carecer de pruebas, pero esa actitud alimenta unas muy justificadas sospechas.
Un antiguo dicho criollo para ejemplarizar la administración poco eficaz dice: “Cuidan las puyas (centavos) pero se les van los fuertes” (moneda de Bs. 5). De todo este desbarajuste económico, las medidas que han tomado son disminuir los cupos de dólares para viajeros y rebajar la cuota para compras por internet. Dos medicinas compré yo cuando aprendí este último método, una me la vendían aquí a Bs. 1.800 pero por internet la compré por menos de 50 $, con flete y todo, no creo que me costara más de Bs. 400. La otra la vendían aquí por Bs. 500, pero por internet la conseguí a menos de 5 $, con flete y todo, no creo que llegara más allá de Bs. 40. Pero poco duró la dicha, pues ya me rebajaron el cupo y no sé como funciona eso y si tendré que volver a hacer la cola mollejúa que me calé para consignar la famosa carpeta para la asignación de esos dólares. Entonces, no le pusieron reparo a la gigantesca fuga de divisas y vinimos a pagar el pato los que nos medio resolvíamos con unos dolaritos.

Con respecto a los SICAD I, II y los que vengan, pues debemos estar muy contentos pues dicen que están haciendo bajar al dólar guarimbero. Ese dólar era la excusa para poner los precios por los cielos, aunque el gobierno aseguraba que habían otorgado montañas de los preferenciales, lo que sin duda era cierto. Pero… ¿Estamos seguros que era ese dólar el único causante de los precios especulativos? No lo creo, para mí que la absoluta falta de un control efectivo es el real causante.

Medidas anunciadas hoy contra la guerra económica: financiamiento, estímulos, etc. ¿Por qué no se toman medidas novedosas en lugar de las viejas prebendas, exenciones y facilidades? ¿Hay sinceridad? ¿Existe la capacidad instalada como para de repente producir? Si existe ¿Por qué no se producía o se producía muy poco? La verborrea oficial tiene varias vertientes que además son contradictorias. Por un lado parece que estuviesen muy contentos porque ahora si los van a considerar como del lado de los “buenos” porque toman en cuenta a la “empresa privada” y fundan en ella sus esperanzas de mejoría, pero al mismo tiempo tildan a esta misma “empresa privada” de especuladora, rentista, insensible a las necesidades populares etc. Entonces ¿En qué quedamos? ¿Es con esa “empresa privada” que vamos a salir de abajo? ¿Se les seguirá dando crédito, como de costumbre, para que hagan con ello lo que más les convenga y como siempre sin ninguna responsabilidad? ¿La van a orientar en su accionar esos mismos ministros que cacareaban que se había establecido sobreprecios del 1.200% y que ellos establecían una rebaja del 60%?

Así como se habla con gran satisfacción con la “empresa privada” no se ve el mismo entusiasmo en las conversaciones con los obreros o trabajadores o “sector laboral” en lenguaje políticamente correcto ¿Quiere esto decir que entre las facilidades que se le van a otorgar a la “empresa privada” está la facilidad del despido, a la mejor usanza del neoliberalismo?

No es criticar al gobierno, es que el gobierno haga lo que dice que hace. Transparencia. No sabemos que tipo de acuerdos se está llegando con la burguesía. No importa que no tengamos ni voz ni voto en eso, que deberíamos de tener, pero al menos saber a ciencia cierta y con razones inteligibles lo que se está haciendo, y no la verborrea ampulosa y grandilocuente que al fin y al cabo no nos dice nada. Oí que se va a pagar la deuda que tienen los empresarios importadores con sus proveedores en el extranjero. Esa deuda se generó, dicen, porque no se liquidaron los dólares asignados a esos empresarios importadores. Veamos: los dólares los asignaron, pero no los entregaron. Los tipos trajeron la mercancía fiada (dicen que existe esa deuda). Nos vendieron esa mercancía a los precios exorbitantes del dólar abusivo. Ahora les van a entregar esos dólares al precio de 6,30 Bs/$ pero ya vendieron la mercancía con el dólar a 60, 80 o hasta 100 Bs/$  ¡¡¡Yo también quisiera hacer ese negocio!!!

Pero la cosa no se queda ahí, ¿Cómo es que autorizaron y asignaron unos dólares que luego no entregaron? ¿Cómo puede suceder eso? Si se autorizan los dólares es porque los tienen, eso pensamos, porque si los autorizaron sin tenerlos sería una demostración de incapacidad e ignorancia. Si los tenían y no los entregaron debe ser porque no alcanzaron, esto es, los desviaron a otro destino. ¿Qué destino podría ser ese? Pues tal vez que llegaron unos amiguetes y solicitaron unos dólares, se los quitaron a los importadores originales y se los dieron a los panas. ¿Será que vienen de ahí las empresas de maletín que nadie quiere descubrir?

Hoy se anunció la subida o aumento de algunos rubros: el pollo, de 18Bs/Kg a 43Bs/Kg y el arroz, de 5 Bs/Kg a 10 Bs/Kg y no sé a cuantas otras cosas más hay que “sincerarle” el precio. Pero… ¿Ya empezamos? ¿No les recuerda a CONACOPRESA y a la TRIPARTITA ya mencionadas?
En el caso del pollo, se cobrará 2,38 veces más, un aumento de 25Bs sobre 18Bs, el 138,38% de aumento, y en el caso del arroz, el 100% ¿Subirán en esa misma proporción los salarios? ¿Estamos de verdad en una revolución?

Hay cosas que están pasando y no me gustan. Yo sé que la alternativa a este gobierno, la derecha, es mil veces peor. Pero no quisiera que eso se tomara como una eterna excusa para hacer las cosas mal. No conozco nada más revolucionario que hacer las cosas bien y así debería de ser en una revolución. Si no salen bien las cosas y se mete la pata, pues a reconocerlo y a intentar mejorarlo. Pero no se puede estar manejando la sempiterna excusa de la 4ª república y hacer prácticamente lo mismo que se hacía en ella.

domingo, 23 de febrero de 2014



Las matemáticas que Chávez nos quiso enseñar
Y que parece que no queremos aprender.

Por: Julio Arconada Rodríguez
¿Aumentaron los precios en 1.200% y el Gobierno nos dice que los van a rebajar en un 60%? ¿Es broma o de verdad nos creen tontos? Pues si lo debemos ser ya que para comprar a esos precios se hacen unas colas gigantescas.
Al notable físico y matemático Stephen W. Hawking, cuando estaba escribiendo su libro “Historia del tiempo” alguien le dijo (posiblemente su editor) que por cada ecuación que incluyera en el libro reduciría las ventas a la mitad. Decidió no poner ninguna, aunque al final se arrepintió e incluyó la famosa ecuación de Einstein, E = mc2. Esperando que por ser universalmente conocida no asustaría a nadie.
Pues aunque yo no espero vender este escrito, no incluiré ecuaciones, pero si algunos sencillos ejemplos numéricos sin los cuales sería más tedioso tanto para mí explicar como para vosotros entender.
Hace tiempo, aún antes de que se empezara a hablar oficialmente de guerra económica, no es que yo la presintiera, sino que la sufría. Cuando por fin se la empezó a nombrar desde los medios oficiales, pasaron muchos meses hablando de ella, pero yo no dejaba de maravillarme de esta guerra tan inusual por lo unidireccional, esto es, solo un bando disparaba, y a matar, mientras que el otro bando (nosotros) éramos los que recibíamos los tiros. Muchas advertencias a los industriales y comerciantes, muchos tratados intentado irse por las buenas, paciencia y esfuerzo que recibieron como recompensa la burla y el desprecio de la burguesía que seguía en lo suyo, matando dos pájaros de un tiro: socavaban las bases del Estado generando desestabilización, y de paso obtenían pingües ganancias.
Hasta que por fin, los de nuestro bando (eso espero) iniciaron el contra ataque. Bueno, no era lo que yo esperaba, pero al fin y al cabo, de alguna manera había que empezar. Y empezaron escogiendo algunas tiendas. Pero no sé el porqué se encargó la fiscalización a ministros, que no todos podrían ser del sector económico, quienes salían por las cámaras de la TV dando declaraciones, teniendo como telón de fondo una muralla de chalecos rojos, tanto de su ministerio como de otros más o menos afines. Lo que se veía era que no estaban trabajando, sino saliendo en la tele. No parecía que estuvieran para ver, sino para que los vieran. No sé si prepararon bien lo que iban a decir, pero no lo creo.
Porque ¡Vamos! Eso de decir que esos comerciantes habían aumentado los precios hasta en un 1.200% pero que el gobierno iba a poner a la venta esos artículos con una rebaja del 60% todavía no sé bien ni como analizarlo. ¡A ver, ejemplo numérico! (sencillito): Si un artículo debiera venderse a Bs. 100,oo y le aumentan el 1.200%, quiere decir que ese precio lo han multiplicado por 12. Si quiero que se venda al precio justo, debo dividir 1.200 entre 12 y me vuelve a dar 100. ¿Qué pasa si le rebajo a 1.200 el 60%? Pues que solo cobro el 40% y el 40% de 1200 es 480 ¡Pero si solo debería costar Bs. 100! Pues lo están vendiendo con un aumento del 480% les dejo a ustedes el ejercicio de interpretación. ¿La rebaja correcta? Hela aquí: Dividir entre 12 representa el 8% (despreciando decimales) entonces la rebaja debería ser del 92% y no del 60% ¿No es tan difícil, verdad?
Otra cosa que pone a uno a pensar es el porqué son los ministros los que hacen las fiscalizaciones. En cualquier ministerio está el ministro, lógico, pero hay varios vice ministros, varios más directores generales, más aún directores de línea (de menor rango), jefes de departamentos, jefes de secciones y un sin número de funcionarios en toda una panoplia de jerarquía, que son quienes en realidad deberían hacer el trabajo de calle. Pero… ¿Por qué el ministro? ¿Será que si no es el ministro no se mueven cámaras con sus camarógrafos y locutores?
Vamos rápidamente a tocar dos puntos antes de cerrar.
El tema de la gasolina. Acepto que por su precio se pudiera considerar regalada. Que parece lógico y evidente que debiera de tener un precio mayor. Pero… recordemos que en nuestro país a casi nadie le gusta, ni le ha gustado, sacar cuentas. Recordemos el origen del guatirazo, que devino luego en caracazo. Le subían Bs. 0,25 por litro cada mes, pero los transportistas traducían esto en un aumento del pasaje de Bs. 2,oo por pasajero ¿Alguien sacó cuentas de cuanto representaba el aumento de Bs. 0,25 por litro en el aumento del costo por pasajero? No, ¡ni hablar! Si es tan fácil y rápido tirar un cálculo al ojo por ciento y con notable ventaja para mis intereses.
Si un camión lleva 30.000 Kg. de un producto, digamos arroz, harina, azúcar o cualquier otra cosa.
Estimemos que tiene dos tanques de 150 litros, lo que daría un almacenamiento de 300 litros. El aumento de 0,25 Bs. litro representaría un aumento del costo por combustible de 75 Bs. Esa cantidad dividida entre los 30.000 Kg significaría un incremento en el costo por Kg. de la mercancía de 0,0025 Bs.por Kg. veinticinco milésimas de Bolívar por Kg. En 4 Kg. aumentaría 1 (un) céntimo. Para aumentar un Bolívar necesitarían 400 Kg. Pero esto no era óbice para que le aumentaran Bs. 1 o 2 o 3 o más Bs. por Kg. dependiendo del costo original de la mercancía ¡Nadie saca cuentas! Ni falta que les hace Pero… ¿Dónde estaba el Estado para controlar y proteger a su pueblo? Pues en aquellos años, para eso, el Estado no estaba. Pero para lanzar al ejército y la policía y masacrar a su pueblo, para eso el Estado si estaba.
Vengamos a hoy. El Estado de hoy no protagonizaría una masacre a lo caracazo. De eso estamos positivamente seguros pero… ¿Está muy dispuesto a sacar bien las cuentas? Por ahora no ha dado muestras de ello.
Resumamos: Si estaría bien aumentar la gasolina pero si no se nos garantiza que esto no va a incrementar la desatada inflación artificial que ya hoy está obrando y con una limitadísima capacidad de control por parte del Estado, entonces es mejor dejar eso para una mejor oportunidad.
Pero no quiero dejar de reseñar unas alarmantes señales de que esto se nos viene encima. Se trata de una publicidad a la SUNDECOP o con relación a la misma. Se ve a unos comerciantes de un mercado popular comentando esta ley entre exclamaciones de lo absurdo de los precios. Uno de ellos se asombra del precio de un pañal y exclama -¡Como es posible que un pañal tenga este precio! ¡Un pañal! Y el litro de gasolina cuesta un bolívar – No mi estimado amigo, un litro de gasolina no cuesta un bolívar, cuesta 7 (siete) céntimos. Y por un bolívar te dan más de 14 litros. Si se les ocurre poner el precio de la gasolina a un bolívar, aunque sigue siendo bajo, representaría un aumento de más de 14 veces (1.400% para los que les gustan los porcentajes) ¿se imaginan lo que gozarían los de CONSECOMERCIO y sus aliados elevando los precios 70 y hasta más de 100 veces? Y el Estado, como no sabe sacar cuentas, y si lo sabe no sabe como aplicarlas, pues quedaría inerme. Si quieren, otro día hablaremos de Rumildo.
Pero contéstenme unas preguntas: Si suben el precio ¿dejaríamos de usar el carro? ¿Es eso posible con nuestro pésimo transporte público? ¿Somos unos botarates que gastamos gasolina por razón de gusto? Yo no conozco a nadie así, no sé ustedes.
Ahora bien si el Estado necesita incrementar sus ingresos ¿Por qué no pone a pagar impuestos a los buhoneros (economía informal, para que no se sientan molestos) ¿Saben cuantos cientos de miles de millones mueve ese mercado, sin ninguna inversión, salvo en el costo de la mercancía, que luego ellos revenden a un precio exageradamente inflado? Ocupan espacios públicos y no pagan alquiler, ni depreciación de instalaciones ni maquinarias, no pagan energía ya que se guindan de los cables de la red eléctrica, la mercancía que no se encuentra en los anaqueles de los mercados la venden los buhoneros a 20 veces su costo, sirven de cobijo a delincuentes de todo pelaje y un interminable etcétera. ¿Qué tienen ellos que no tengan los demás comerciantes?
Terminemos con una dolorosa espina en el sentimiento de cada venezolano: Los $ 20.000.000.000 que se fugaron por medio de las empresas de maletín ¿Es tan difícil saber quienes son? ¿Los $ se compran por kilos en las bodegas y pulperías? No, los dólares los vende el Estado y se requiere un cerro de papeles y documentos para que te los otorguen. Todo eso queda registrado y archivado y no debe ser tan difícil revisar esos archivos y se saca quienes son. Cuando no lo hacen, no queda sino a la imaginación el pensar que muchos chivos importantes, destacados funcionarios gubernamentales o sus familiares o testaferros están metidos hasta las cejas en esto y una maraña de complicidades y chantajes está armada para impedir que esto salga a la luz pública. Extirpar de raíz este cáncer si sería un acto profundamente revolucionario y nos daría a todos el ánimo para defender con ahínco, y hasta con la vida esta querida revolución, que hoy se nos está empañando.
Da pena ajena oír a personeros hablar consternados sobre los contenedores con chatarra y/o basura  que llegaron a los puertos ¿se pagaron ellos mismos el pasaje y se montaron ellos solitos por sus propios medios en el barco? ¿Hicieron lo mismo las15.000 bobinas de papel prensa que nadie retiró del puerto, así como las no sé cuantas toneladas de alimentos y medicinas en la misma situación? ¿No hay papeles, facturas guías de carga, etc. etc. Que definan a nombre de quien vinieron y a que dirección? ¿No se puede cruzar esta información con la de CADIVI para ver quien obtuvo dólares y trajo chatarra o dejó abandonada la mercancía en el puerto?
 A aquellos que critican a quienes criticamos dada la situación de golpe de estado que estamos sufriendo tengo que decirles que si estas irregularidades se hubieran controlado a tiempo o incluso si se corrigen ahora con medidas reales que el pueblo perciba como una sustancial mejora en su calidad de vida, y no con acciones efectistas y mediáticas, el apoyo o la aceptación de las guarimbas sería muy escaso. Y habría muchos dispuestos a defender su estado de bienestar.
No más por ahora, gracias por vuestra paciencia.
Julio Arconada Rodríguez