domingo, 23 de febrero de 2014



Las matemáticas que Chávez nos quiso enseñar
Y que parece que no queremos aprender.

Por: Julio Arconada Rodríguez
¿Aumentaron los precios en 1.200% y el Gobierno nos dice que los van a rebajar en un 60%? ¿Es broma o de verdad nos creen tontos? Pues si lo debemos ser ya que para comprar a esos precios se hacen unas colas gigantescas.
Al notable físico y matemático Stephen W. Hawking, cuando estaba escribiendo su libro “Historia del tiempo” alguien le dijo (posiblemente su editor) que por cada ecuación que incluyera en el libro reduciría las ventas a la mitad. Decidió no poner ninguna, aunque al final se arrepintió e incluyó la famosa ecuación de Einstein, E = mc2. Esperando que por ser universalmente conocida no asustaría a nadie.
Pues aunque yo no espero vender este escrito, no incluiré ecuaciones, pero si algunos sencillos ejemplos numéricos sin los cuales sería más tedioso tanto para mí explicar como para vosotros entender.
Hace tiempo, aún antes de que se empezara a hablar oficialmente de guerra económica, no es que yo la presintiera, sino que la sufría. Cuando por fin se la empezó a nombrar desde los medios oficiales, pasaron muchos meses hablando de ella, pero yo no dejaba de maravillarme de esta guerra tan inusual por lo unidireccional, esto es, solo un bando disparaba, y a matar, mientras que el otro bando (nosotros) éramos los que recibíamos los tiros. Muchas advertencias a los industriales y comerciantes, muchos tratados intentado irse por las buenas, paciencia y esfuerzo que recibieron como recompensa la burla y el desprecio de la burguesía que seguía en lo suyo, matando dos pájaros de un tiro: socavaban las bases del Estado generando desestabilización, y de paso obtenían pingües ganancias.
Hasta que por fin, los de nuestro bando (eso espero) iniciaron el contra ataque. Bueno, no era lo que yo esperaba, pero al fin y al cabo, de alguna manera había que empezar. Y empezaron escogiendo algunas tiendas. Pero no sé el porqué se encargó la fiscalización a ministros, que no todos podrían ser del sector económico, quienes salían por las cámaras de la TV dando declaraciones, teniendo como telón de fondo una muralla de chalecos rojos, tanto de su ministerio como de otros más o menos afines. Lo que se veía era que no estaban trabajando, sino saliendo en la tele. No parecía que estuvieran para ver, sino para que los vieran. No sé si prepararon bien lo que iban a decir, pero no lo creo.
Porque ¡Vamos! Eso de decir que esos comerciantes habían aumentado los precios hasta en un 1.200% pero que el gobierno iba a poner a la venta esos artículos con una rebaja del 60% todavía no sé bien ni como analizarlo. ¡A ver, ejemplo numérico! (sencillito): Si un artículo debiera venderse a Bs. 100,oo y le aumentan el 1.200%, quiere decir que ese precio lo han multiplicado por 12. Si quiero que se venda al precio justo, debo dividir 1.200 entre 12 y me vuelve a dar 100. ¿Qué pasa si le rebajo a 1.200 el 60%? Pues que solo cobro el 40% y el 40% de 1200 es 480 ¡Pero si solo debería costar Bs. 100! Pues lo están vendiendo con un aumento del 480% les dejo a ustedes el ejercicio de interpretación. ¿La rebaja correcta? Hela aquí: Dividir entre 12 representa el 8% (despreciando decimales) entonces la rebaja debería ser del 92% y no del 60% ¿No es tan difícil, verdad?
Otra cosa que pone a uno a pensar es el porqué son los ministros los que hacen las fiscalizaciones. En cualquier ministerio está el ministro, lógico, pero hay varios vice ministros, varios más directores generales, más aún directores de línea (de menor rango), jefes de departamentos, jefes de secciones y un sin número de funcionarios en toda una panoplia de jerarquía, que son quienes en realidad deberían hacer el trabajo de calle. Pero… ¿Por qué el ministro? ¿Será que si no es el ministro no se mueven cámaras con sus camarógrafos y locutores?
Vamos rápidamente a tocar dos puntos antes de cerrar.
El tema de la gasolina. Acepto que por su precio se pudiera considerar regalada. Que parece lógico y evidente que debiera de tener un precio mayor. Pero… recordemos que en nuestro país a casi nadie le gusta, ni le ha gustado, sacar cuentas. Recordemos el origen del guatirazo, que devino luego en caracazo. Le subían Bs. 0,25 por litro cada mes, pero los transportistas traducían esto en un aumento del pasaje de Bs. 2,oo por pasajero ¿Alguien sacó cuentas de cuanto representaba el aumento de Bs. 0,25 por litro en el aumento del costo por pasajero? No, ¡ni hablar! Si es tan fácil y rápido tirar un cálculo al ojo por ciento y con notable ventaja para mis intereses.
Si un camión lleva 30.000 Kg. de un producto, digamos arroz, harina, azúcar o cualquier otra cosa.
Estimemos que tiene dos tanques de 150 litros, lo que daría un almacenamiento de 300 litros. El aumento de 0,25 Bs. litro representaría un aumento del costo por combustible de 75 Bs. Esa cantidad dividida entre los 30.000 Kg significaría un incremento en el costo por Kg. de la mercancía de 0,0025 Bs.por Kg. veinticinco milésimas de Bolívar por Kg. En 4 Kg. aumentaría 1 (un) céntimo. Para aumentar un Bolívar necesitarían 400 Kg. Pero esto no era óbice para que le aumentaran Bs. 1 o 2 o 3 o más Bs. por Kg. dependiendo del costo original de la mercancía ¡Nadie saca cuentas! Ni falta que les hace Pero… ¿Dónde estaba el Estado para controlar y proteger a su pueblo? Pues en aquellos años, para eso, el Estado no estaba. Pero para lanzar al ejército y la policía y masacrar a su pueblo, para eso el Estado si estaba.
Vengamos a hoy. El Estado de hoy no protagonizaría una masacre a lo caracazo. De eso estamos positivamente seguros pero… ¿Está muy dispuesto a sacar bien las cuentas? Por ahora no ha dado muestras de ello.
Resumamos: Si estaría bien aumentar la gasolina pero si no se nos garantiza que esto no va a incrementar la desatada inflación artificial que ya hoy está obrando y con una limitadísima capacidad de control por parte del Estado, entonces es mejor dejar eso para una mejor oportunidad.
Pero no quiero dejar de reseñar unas alarmantes señales de que esto se nos viene encima. Se trata de una publicidad a la SUNDECOP o con relación a la misma. Se ve a unos comerciantes de un mercado popular comentando esta ley entre exclamaciones de lo absurdo de los precios. Uno de ellos se asombra del precio de un pañal y exclama -¡Como es posible que un pañal tenga este precio! ¡Un pañal! Y el litro de gasolina cuesta un bolívar – No mi estimado amigo, un litro de gasolina no cuesta un bolívar, cuesta 7 (siete) céntimos. Y por un bolívar te dan más de 14 litros. Si se les ocurre poner el precio de la gasolina a un bolívar, aunque sigue siendo bajo, representaría un aumento de más de 14 veces (1.400% para los que les gustan los porcentajes) ¿se imaginan lo que gozarían los de CONSECOMERCIO y sus aliados elevando los precios 70 y hasta más de 100 veces? Y el Estado, como no sabe sacar cuentas, y si lo sabe no sabe como aplicarlas, pues quedaría inerme. Si quieren, otro día hablaremos de Rumildo.
Pero contéstenme unas preguntas: Si suben el precio ¿dejaríamos de usar el carro? ¿Es eso posible con nuestro pésimo transporte público? ¿Somos unos botarates que gastamos gasolina por razón de gusto? Yo no conozco a nadie así, no sé ustedes.
Ahora bien si el Estado necesita incrementar sus ingresos ¿Por qué no pone a pagar impuestos a los buhoneros (economía informal, para que no se sientan molestos) ¿Saben cuantos cientos de miles de millones mueve ese mercado, sin ninguna inversión, salvo en el costo de la mercancía, que luego ellos revenden a un precio exageradamente inflado? Ocupan espacios públicos y no pagan alquiler, ni depreciación de instalaciones ni maquinarias, no pagan energía ya que se guindan de los cables de la red eléctrica, la mercancía que no se encuentra en los anaqueles de los mercados la venden los buhoneros a 20 veces su costo, sirven de cobijo a delincuentes de todo pelaje y un interminable etcétera. ¿Qué tienen ellos que no tengan los demás comerciantes?
Terminemos con una dolorosa espina en el sentimiento de cada venezolano: Los $ 20.000.000.000 que se fugaron por medio de las empresas de maletín ¿Es tan difícil saber quienes son? ¿Los $ se compran por kilos en las bodegas y pulperías? No, los dólares los vende el Estado y se requiere un cerro de papeles y documentos para que te los otorguen. Todo eso queda registrado y archivado y no debe ser tan difícil revisar esos archivos y se saca quienes son. Cuando no lo hacen, no queda sino a la imaginación el pensar que muchos chivos importantes, destacados funcionarios gubernamentales o sus familiares o testaferros están metidos hasta las cejas en esto y una maraña de complicidades y chantajes está armada para impedir que esto salga a la luz pública. Extirpar de raíz este cáncer si sería un acto profundamente revolucionario y nos daría a todos el ánimo para defender con ahínco, y hasta con la vida esta querida revolución, que hoy se nos está empañando.
Da pena ajena oír a personeros hablar consternados sobre los contenedores con chatarra y/o basura  que llegaron a los puertos ¿se pagaron ellos mismos el pasaje y se montaron ellos solitos por sus propios medios en el barco? ¿Hicieron lo mismo las15.000 bobinas de papel prensa que nadie retiró del puerto, así como las no sé cuantas toneladas de alimentos y medicinas en la misma situación? ¿No hay papeles, facturas guías de carga, etc. etc. Que definan a nombre de quien vinieron y a que dirección? ¿No se puede cruzar esta información con la de CADIVI para ver quien obtuvo dólares y trajo chatarra o dejó abandonada la mercancía en el puerto?
 A aquellos que critican a quienes criticamos dada la situación de golpe de estado que estamos sufriendo tengo que decirles que si estas irregularidades se hubieran controlado a tiempo o incluso si se corrigen ahora con medidas reales que el pueblo perciba como una sustancial mejora en su calidad de vida, y no con acciones efectistas y mediáticas, el apoyo o la aceptación de las guarimbas sería muy escaso. Y habría muchos dispuestos a defender su estado de bienestar.
No más por ahora, gracias por vuestra paciencia.
Julio Arconada Rodríguez